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Hace algo más de un año anunciábamos que Microsoft había dado el primer gran bombazo de la industria de los videojuegos al adquirir a Activision Blizzard, el estudio desarrollador y editor responsable de grandes títulos de la industria como Call Of Duty, World of Warcraft o Candy Crush. La transacción fue de 68.700 millones de dólares (60.320 millones de euros), según dio a conocer el gigante tecnológico en un comunicado.

Esta fue la mayor transacción hecha por la empresa de Redmond en sus 47 años de historia. En la presentación de esta operación Microsoft aseguró que “acelerará el crecimiento del negocio de juegos en dispositivos móviles, PC, consolas y la nube y proporcionará elementos básicos para el metaverso”, abriendo una nueva ventana con la intención de combinar el mundo online tradicional con la realidad virtual y aumentada, avanzando hacia una nueva generación en internet.

“Los juegos son hoy la categoría más dinámica y apasionante del entretenimiento en todas las plataformas y desempeñarán un papel clave en el desarrollo de plataformas de metaverso”, comentó el consejero delegado de Microsoft, Satya Nadella. La adquisición de Activision Blizzard “acelerará el crecimiento del negocio de juegos de Microsoft en móviles, PC, consolas y en la nube, y proporcionará bloques de construcción para el metaverso”, según indicó Nadella.

Sin embargo, acaba de aparecer un obstáculo en el camino de Microsoft. La Autoridad de los Mercados y la Competencia de Reino Unido (CMA) ha decidido bloquear la adquisición de Activision Blizzard por parte de Microsoft.

Reino Unido frena la operación y la tacha de perjudicial para la competencia

Este era un bloqueo anunciado, ya que la CMA ya había adelantado en febrero de este año sus intenciones de frenar la operación al considerarla perjudicial para la competencia en el sector, ya que Microsoft representa entre un 60% y un 70% de los servicios globales de videojuegos en la nube.

De acuerdo con la autoridad británica de competencia, la compra provocaría una desestabilización en este mercado, pudiendo fijar la compañía precios más elevados y, además, conducir a “una reducción de la innovación y menos opciones para los jugadores de Reino Unido en los próximos años“.

Así mismo, la CMA ha declarado insuficientes las garantías ofrecidas por Microsoft, como su compromiso de dar acceso a otras plataformas a la franquicia “Call of Duty”. También ha señalado el riesgo de que la empresa, en un acto claro de auto-beneficio comercial, convirtiese las sagas de videojuegos de Activision Blizzard en exclusivos de su servicio en la nube.

Tal y como ha confirmado Brad Smith, presidente de Microsoft, el siguiente movimiento de la compañía será el de recurrir la decisión de la CMA. Por el momento, uno de los argumentos que esgrimen en contra de este bloqueo es que este desincentivará la innovación y la inversión tecnológica en el país.

No obstante, como ya sabemos, casos como el que se nos presenta no tienen un desenlace rápido, por lo que tendremos que esperar a conocer la resolución del caso.

Activision Blizzard y su impacto en el mundo de los videojuegos

Activision Blizzard es conocida dentro de la industria de los videojuegos como la compañía detrás de grandes éxitos como Call Of Duty, World of Warcraft, Candy Crush, Diablo, Crash Bandicoot y Overwatch, entre muchos otros. En la actualidad, la empresa cuenta con una plantilla de unos 10.000 empleados y en 2020 obtuvo ingresos por valor de 8.086 millones de dólares (7.100 millones de euros) además de unos beneficios de 2.197 millones de dólares (1.929 millones de euros).

Pero también tiene su lado oscuro: la empresa ha estado recientemente en el ojo del huracán debido a una serie de denuncias por parte de sus propios empleados en las que describen un ambiente laboral tóxico, con especial énfasis en casos de acoso sexual a nivel sistemático hacia las trabajadoras de la compañía. Bobby Kotick, el consejero delegado de la empresa de videojuegos, había estado consciente de este clima tenso dentro de ella sin habérselo informado al consejo de administración. En un principio, el director general de Xbox, Phil Spencer, había ratificado a Kotick en el cargo, pero decidió posteriormente dar un paso al costado, de acuerdo a un reporte de The Wall Street Journal.

Esta polémica hizo que las acciones de Activision Blizzard perdieran casi la mitad de su valor, luego de que se establecieran en 100 dólares por título en febrero de 2021. Con la compra de la compañía hecha por Microsoft, se estableció que las actividades de Activision Blizzard pasarían a estar supervisadas directamente por Phil Spencer y Xbox.

Con la mente en el metaverso

La compra de Activision Blizzard representa para Microsoft un paso importante hacia la consolidación de su metaverso, del que el gigante digital ya ha levantado sus cimientos, aunque en un ámbito muy distinto al de los videojuegos. Así, en noviembre de 2021 Microsoft presentó Mesh para Microsoft Teams, que busca que todos los asistentes a una reunión pueden estar presentes sin hacerlo físicamente, mediante avatares personalizados y espacios inmersivos a los que se puede acceder desde cualquier dispositivo, sin tener que recurrir a equipos especiales.

Partiendo de sus avances en IA, Microsoft podrá identificar la voz del usuario y a partir de ello recrear el habla en la animación. Además para las 3D también se aplicarán gestos al levantar la mano y se podrán usar emojis, lo que impulsa una experiencia más vívida e interactiva.

En cualquier caso, con la adquisición de Blizzard, más allá de que los títulos creados por las más de 30 desarrolladoras asociadas vayan a formar parte del catálogo de Xbox Game Pass (el servicio de videojuegos en la nube de Microsoft), la finalidad de Microsoft es buscar que los usuarios se logren sumergir en los propios juegos y, de la mano de un mismo avatar, acceder a distintos títulos. Este ecosistema de videojuegos propio podría convertirse en el cebo perfecto para atraer a nuevos usuarios hacia un metaverso mucho más generalista controlado por Microsoft. De hecho, uno de los juegos que pasan a estar en manos de Microsoft, World of Warcraft, puede ser considerado un metaverso embrionario, con muchas de las características de este tipo de entornos (creación de avatar propio, interacción con usuarios de todo tipo, libre exploración de los mapas, una relativa libertad de manejo e incluso la posibilidad de realizar transacciones entre usuarios) aunque orientado completamente hacia el ocio.

Realizamos inversiones de manera profunda en contenido de clase mundial, comunidad y la nube para marcar el comienzo de una nueva era de videojuegos que pone a los jugadores y creadores primero y hace que los juegos sean seguros, inclusivos y accesibles para todos” afirmó Satya Nadella (Microsoft).

Por su parte, Phil Spencer aseguró que “a los jugadores de todo el mundo les encantan los juegos de Activision Blizzard, y creemos que los equipos creativos tienen su mejor trabajo por delante. Juntos construiremos un futuro en el que las personas puedan jugar los juegos que quieran, prácticamente en cualquier lugar que deseen“.

 

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